martes, 19 de agosto de 2008

GOBIERNO APRISTA PERUANO CONFRONTA CON FASCISMO AL PUEBLO ANDINOAMAZÓNICO DEL PERÚ

Por Río León


NOTA E

Gobierno aprista no refuerza el diálogo con los nativos adinoamazónicos en lucha justa por sus tierras y cultura en peligro, sino refuerza la represión violenta con su estilo fascista que lo caracteriza, con el nombre de “vigilar en Camisea” envía más tropas de las Fuerzas Armadas y policiales y decreta el “Estado de emergencia” en la Amazonía y el Cusco.

Con el cinismo que le caracteriza, el Premier Del Castillo explicó que “la declaratoria de emergencia dictada por el Gobierno en las zonas donde se produce el paro es con el fin de salvaguardar la seguridad energética del país”.


Mientas los nativos refuerzan su espíritu de lucha y señalan:"Vamos a continuar con las movilizaciones hasta que se deroguen los decretos legislativos Nº 1015 y 1073 y el Gobierno empiece a respetar el Convenio 169 de la OIT", aseguró el presidente de Aidesep, Alberto Pizango, durante la conferencia de prensa que ofreció ayer en Lima.

Según Pizango, "los pueblos indígenas están dispuestos a morir para demostrar que el Gobierno vulnera los derechos humanos. Por lo tanto demandamos que las autoridades del Estado tengan mucho cuidado en su accionar".

"Hemos enviado una carta al Poder Legislativo y esperamos reunirnos mañana con el presidente del Congreso, Javier Velásquez Quesquén, para llegar a una solución pacífica", señaló Pizango.

Sobre el enfrentamiento con la policía en el distrito de Aramango (Amazonas) el domingo, “los Apus señalaron que fueron los agentes quienes iniciaron la confrontación y que ellos solo procedieron a desarmarlos”.

"Nosotros no hemos detenido a ningún policía. No tenemos ningún rehén. Los pueblos indígenas somos pacíficos y lamentamos esta situación, pero parece que esta es la única forma de ser escuchados", dijo Kategari. Otro dirigente nativo.
LA TIERRA ES LA VIDA MISMA DEL NATIVO
ANDINOAMAZÓNICO

No hay que olvidar que los nativo andinoamazónicos le dan un supremo valor a la “Pachamama” es decir la tierra, con quien guardan una íntima relación económica, cultural, social y familiar. Es parte de su vida ancestralmente. Vender sus tierras es como quitarles la vida misma. Sobre todo en eso, hubiera pensado el megalómano Alan García, al escribir el patético texto “El perro del hortelano”. En eso tienen que pensar los estúpidos liberales que dicen que el “paro es político” o aquellos obtusos gobernantes incluido García Pérez que siempre ven el “fantasma del comunismo” y “la manipulación” en un movimiento popular de defensa de derechos humanos y sociales.

La negociación debe imponerse, y, ello pasa con la necesaria derogatoria de esos decretos leyes que lesionan sus derechos a la tierra, la vida y su tranquilidad como culturas que no hacen daño a nadie, por el contrario preservan la biodiversidad de la Amazonía. No ver fantasmas donde no hay, pero sí violación de derechos.

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