lunes, 11 de agosto de 2008

CONFRONTACIÓN SOCIAL Y ARMONÍA

Por Río León

TEXTO Nº 3

Todas las comunidades primitivas en los albores de los tiempos, según todas las fuentes de investigación, fueron solidarias entre sí, comunitarias, recíprocas y sobre todo laboriosas compartiendo excedentes. Como dice "Danza con lobos" vivían en ARMONÍA. Plenos de humanidad. Muy confrontacionales con otras comunidades tribales que los querían someter.

La aparición de la propiedad privada y con ella, las clases sociales y una de las sociedades más bestiales: el esclavismo, que sustituyó a la comunitaria, cambio el panorama social, porque cambió el panorama económico que se centralizó en pocas manos, sometiendo a los demás.
SÓLO MIGAJAS PARA EL PUEBLO

Después vendría el feudalismo con el dominio económico y espiritual absoluto de la iglesia y la religión a través del temor profundo y mental al castigo divino. Siendo sustituida por el capitalismo que estamos viviendo en la actualidad, con la confrontación más violenta que registra la historia de las revoluciones: “La Revolución Francesa” o “Revolución burguesa” en alusión a los “Burgos” o ciudades o aldeas comerciales, desarrollada por los capitalistas o mercaderes de ese entonces.

La guerra, ha sido y es desde la aparición de la propiedad privada y las clases, la forma más alta de lucha para resolver las confrontaciones entre clases dominantes para someter a las dominadas, explotarlas y vivir de ellas. La historia también nos demuestra que las guerras se dividen en dos clases: las justas y las injustas. Todas las guerras que libran los dominados y oprimidos para liberarse de la explotación, el hambre y la miseria en que son sumidos por las clases dominantes son progresistas y justas, y todas las que se dan para repartirse quién domina a quien, para repartirse mercados y para seguir oprimiendo y viviendo de los explotados, son injustas e impiden el progreso de la equidad y la inclusión.

HAMBRE Y MISERIA DE LA NIÑEZ

Actualmente entonces vivimos el capitalismo como sistema social, cuya práctica de dominio y expansión es el imperialismo en su confrontación superior y última, causante de la desarmonía más radical, visible y genocida, que llena de hambre, miseria, enfermedades y todo tipo de plagas para los desposeídos y, causante también de una de las confrontaciones más antagónicas y militaristas del imperio dominante cuya cabeza es EEUU. Esta es una verdad que nadie lo puede negar, pero si silenciada por todos los medios estupidizados por el sistema capitalista imperial.

Todos los seres humanos sensatos, sensibles, solidarios y conscientes nos debemos oponer a todas las guerras injustas y formas de explotación existentes, y apoyar todas las guerras justas de liberación de los pueblos, por la equidad, la justicia y la inclusión.
CONDICIONES ISALUBLES DE VIDA
DE LOS PUEBLOS EXCLUIDOS

La guerra es ideológica, cultural, política y, como los capitalistas son guerreristas y militaristas y no quieren perder sus sistema de explotación, los desposeídos deben también prepararse para enfrentarlos militarmente, porque el sometimiento no sólo es económico, cultural social y político, sino fundamentalmente también militar. Por gusto EEUU. No gasta más de 500 mil millones de dólares anuales para armarse.
Deben también los excluidos, enfrentar actualmente, el instrumento guerrerista del sistema como los dominantes lo llaman: "Inteliegencia": compuesta de grandes psicosociales de distracción de los principales problemas; la intriga y la calumnia contra los luchadores sociales y su ideología y los cambios de nombres de los problemas sociales y la lucha de clases, jugando con la mentira de la caducidad y la modernidad.

Por tanto, como puede comprobarse que, la defensa y liberación de los excluidos es justa desde todo punto de vista. Nadie puede hacerse ilusiones que los capitalistas van a dejar de explotar con la sola prédica humanitaria y de llamado a su conciencia. Eso se viene haciendo desde más de dos mil años y no se conduelen. Prometen y no cumplen. Por el contrario se burlan de nuestra inocencia e ingenuidad.

Los excluidos somos la mayoría, sólo falta el factor ideológico y político del cual nos alejan los capitalistas e intelectuales burgueses con engaños electorales y toda clase de promesas. Sólo falta una organización auténtica de los excluidos, que, ellos mismos tienen que aprender a percibir de los falsos e infiltrados pagados por el imperio del capital.

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